Imperial no fue mas que una ciudad; llena de vida, rebosante en actividad y preciosa a mi parecer. El barrio japones mi orgullo y mi rompecabezas personal, donde eché cientos de horas moldeando mi visión de lo que aquellas montañas, terrenos y ríos podían ser.
Lo importante es la gente que formamos parte de el proyecto que fue imperial, especialmente mis amigos de castisho. Solo hace falta que sen junten 8 buenos amigos con grandes ideas y ambición para levantar un olimpo como lo fue la ciudad imperial.
Un saludo y buen forro